La mayor ventaja de hornear con proteína en polvo es, que puedes reducir fácilmente la cantidad de ingredientes no saludables, como azúcar y harina, al agregar proteína en polvo. Pero ojo: no puedes simplemente reemplazar la harina entera con la proteína en polvo. Solamente debes reemplazar una parte de la harina en la receta, como máximo un 50%. En otro caso el resultado con probablemente sería bastante seco, pegajoso y/o gomoso. Si lo deseas hornear sin gluten o bajo en carbohidratos, puede experimentar con harina de coco, harina de almendras u otras alternativas de la harina. Un ejemplo: en lugar de 150g de harina blanca tomas por ejemplo 100g de harina de almendras y 50g de proteína en polvo (sin sabor o con sabor a vainilla/chocolate...).

Si horneas con proteína en polvo, lo ideal sería combinarla con ingredientes "húmedos" como plátanos, calabaza, yogur o huevos entre otros. Estos ingredientes evitan que las preparaciones horneadas se vuelvan secas y les garantizan más volumen y suavidad y las hacen más esponjosas.

Si quieres espesar una sopa o una salsa, simplemente añades 2-3 cucharadas de proteína en polvo sin sabor y lo remueves bien. También puedes primero triturar los ingredientes de la sopa y añadir poco a poco la proteína en polvo hasta que la consistencia de la sopa o de la salsa esté a tu gusto. Así obtendrás un alimento más sano y con (más) proteína que mantiene tu estómago lleno por mucho más tiempo y te ayudará perder peso.

¿Se destruye proteína en polvo al hornear o cocinar?
No se destruye ninguna proteína durante la cocción o cualquier otro proceso. El cuerpo absorbe la proteína requerida de la comida, independientemente de si está calentada o no. Lo mismo pasa con los alimentos ricos en proteínas que se han frito o calentado, como la carne, el huevo o el pescado.